El éxito de tu cosecha depende de lo que tus peces comen, pero también de cómo ese alimento interactúa con el agua. En el mercado existen dos procesos principales de fabricación y elegir el incorrecto puede hacerte perder mucho dinero.
1. Alimento Extruido (El que flota)
Es el estándar de oro en la acuicultura moderna. Gracias a un proceso de alta temperatura y presión, el pellet atrapa aire en su interior, lo que le permite flotar.
Ventaja Principal: Te permite ver si los peces se están alimentando. Si el alimento sobra y flota, significa que estás dando de más.
Eficiencia: Tiene mayor digestibilidad, lo que significa que el pez aprovecha mejor los nutrientes y genera menos desechos.
Costo: Es más costoso por kilo, pero se desperdicia mucho menos.
2. Alimento Peletizado (El que se hunde)
Es un alimento compactado en frío que se hunde rápidamente al ser lanzado al agua.
Uso Común: Se usa mucho en sistemas de canales rápidos (Raceways) o estanques de tierra muy profundos donde los peces están acostumbrados a comer en el fondo.
Desventaja: No puedes ver cuánto están comiendo. El alimento que cae al fondo y no se consume se pudre, dañando la calidad del agua y elevando el amoníaco.
Costo: Es más económico, pero requiere un manejo experto para no desperdiciar.
3. ¿Qué porcentaje de proteína elegir?
La tilapia necesita diferentes niveles de proteína según su edad:
Alevines: 40% - 45% de proteína (para desarrollar órganos y estructura).
Juveniles: 32% - 38% de proteína.
Engorde final: 28% - 32% de proteína (más energía, menos proteína para abaratar costos).
4. El tamaño del pellet
Un error común es dar un pellet muy grande a un pez pequeño. El pez gastará más energía tratando de morderlo que la que obtendrá al comerlo. Sigue siempre las recomendaciones de tamaño (migaja, 2mm, 4mm, 6mm) según el peso de tus peces determinado en la biometría.
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