Si el agua de tu estanque no tiene las condiciones ideales, tus tilapias dejarán de comer, se enfermarán o, en el peor de los casos, morirán en pocas horas. No necesitas ser un químico, pero sí debes dominar estos tres indicadores fundamentales.
1. Oxígeno Disuelto (El combustible de la vida)
El oxígeno es el parámetro más importante. Sin él, todo lo demás falla.
Nivel Ideal: Entre 5 y 7 mg/L (miligramos por litro).
Zona de Peligro: Si baja de 3 mg/L, la tilapia entra en estrés y deja de comer. Si baja de 1 mg/L, morirán masivamente.
Señal de Alerta: Peces "boqueando" en la superficie, especialmente durante la madrugada.
2. Temperatura (El motor del crecimiento)
La tilapia es un pez de sangre fría; su metabolismo depende del calor del agua.
Nivel Ideal: Entre 26°C y 30°C.
Efecto: En este rango, la tilapia crece a su máxima velocidad.
Zona de Peligro: Por debajo de 20°C, el crecimiento se detiene casi por completo y el sistema inmune se debilita. Por encima de 32°C, el oxígeno desaparece rápidamente del agua.
3. El pH (El equilibrio del agua)
El pH mide qué tan ácida o alcalina es el agua.
Nivel Ideal: Entre 6.5 y 8.5.
Importancia: Un pH muy bajo (ácido) puede quemar las branquias de los peces. Un pH muy alto (alcalino) hace que el amoníaco sea mucho más tóxico.
Dato curioso: El pH suele cambiar durante el día: es más bajo al amanecer y más alto al atardecer debido a la fotosíntesis de las algas.
4. ¿Cómo medir estos parámetros?
Para una granja comercial, no basta con mirar el agua. Necesitas herramientas básicas:
Oxímetro digital: Es la inversión más inteligente que puedes hacer.
Termómetro: Muy económico y vital.
Kits colorimétricos (gotas): Para medir pH y compuestos de nitrógeno (amoníaco).
5. El Color del Agua
Un buen productor sabe leer el color de su estanque:
Verde esmeralda: Ideal. Indica una buena población de algas que oxigenan el agua.
Marrón/Café: Indica exceso de sedimentos o tierra.
Verde oscuro/Sopa de guisantes: ¡Peligro! Hay demasiadas algas y el oxígeno caerá drásticamente por la noche.
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